En el Tibet se solicita el auspicio del Buda Sanador, por lo que su imagen se encuentra muy a menudo en los lugares donde se practica Reiki
El Buda Sanador ilumina el espíritu de sanación y potencia todas las otras disciplinas de sanación, aunque sean médicas, quirúrgicas, psicológicas, convencionales o alternativas.
El Reiki no está relacionado con la práctica de ninguna religión ni filosofía, aunque sí es un camino espiritual. La espiritualidad no es sinónimo de religión.
No es necesario creer en algo para que las técnicas que se aprenden en Reiki funcionen.
Es importante señalar que si bien esta terapia/disciplina puede afianzar o dar más fuerza a las propias creencias religiosas en caso de tenerlas, no va ligada a ninguna religión ni dogma. Un estudiante de Reiki puede ser musulmán, budista, protestante, cristiano o ateo.
Sin embargo se puede encontrar a muchos maestros que, debido a sus creencias religiosas, unen esta técnica de sanación con alguna de ellas.
Mikao Usui quiso liberar a los terapeutas de las limitaciones de las religiones y enseñar una práctica espiritual que no incorporase ninguna creencia en un Ser Supremo y que sólo el amor y la compasión sean el eje de la curación.
El Buda Sanador es una gran ayuda para el sanador y, definitivamente, también para el paciente.
El Buda sanador o Menla como se lo conoce en tibetano, es una historia, una práctica de meditación y una manera de comprender la sanación que se ha utilizado por siglos por los médicos tibetanos y los meditadores para mantener su propia salud y ayudar a sanar a otras personas. Afortunadamente, en estos tiempos estresantes, Menla se encuentra a disposición de todos.
Este deseo de ayudar a otras personas es un paso crucial para ir más allá de toda ignorancia y es la fuente de mayor goce una vez que hay compromiso. Como médicos o sanadores, se siente algo de esta alegría en algún momento de la carrera. Así es como la gente se ilumina. Los budas no son "dioses" sino seres comunes que desarrollan su conciencia y compasión para ayudar a los otros seres a ser libres.
Así es como el sanador y/o médico se compromete a aprender cómo ayudar a los otros a tener una vida pacífica, saludable, que les haga posible alcanzar el camino a la liberación del miedo y la ignorancia, y descubran toda la sabiduría con que nacieron.
El Buda Sanador es azul y sostiene en sus manos los símbolos de su actividad –en la mano izquierda sostiene un pocillo de monje para mendigar y frutas medicinales y néctares y en la derecha, sostiene una planta Myrobalan, que es el ingrediente esencial de toda preparación médica ayurvédica. Todo esto simboliza su poder para vencer enfermedades emocionales y físicas. Estos son los fundamentos de la sanación – el pocillo es su aceptación de toda la vida que ha de ofrecer como alimento, y la flor, el amor y compasión que irradia hacia todos.
En la iconografía tradicional, el Buda Sanador es de color azul, por el lapis lázuli, piedra azul con diminutas vetas doradas asociada desde tiempos inmemoriales con la sanación de los enfermos, probablemente desde el tiempo de la civilización sumeria pudiendo estar asociada con la leyenda de la diosa Inanna (Ishtar), quien desciende al infierno para resucitar a su hermano y retorna posteriormente. Según la leyenda, Inanna llevaba consigo un collar de lapis lázuli que la protegió contra todos los peligros en su travesía por el Otro Mundo y le permitió tomar los siete poderes de la curación.
Recitar su mantra libera del sufrimiento, sana enfermedades espirituales y también cura los problemas diarios del cuerpo y mente. También ayuda a mejorar la salud general cuando la medicina es incapaz, en especial cuando estamos gravemente enfermos.
M A N T R A A L B U D A S A N A D O R
TAYATA OM
TAYATA OM
BEKANDZE BEKANDZE
MAHA BEKANDZE
RADZE SAMUDGATE SOHA
Versión larga:
OM namo bhagawate Bhaishjaya guru
vaidurya prabha rajaya tathagataya
arhate samyaksam buddhaya teyatha
om bekhajye bekhajye maha bekhajye
bekhajye rajaya samudgate
svaha
Traducción:
Ojalá que los muchos seres sensibles que están enfermos sean
rápidamente liberados de la enfermedad y que todas las enfermedades de los
seres no resurjan jamás.