La palabra Reiki[1]
proviene de un antiguo mantra shintoísta que sirve para proteger a quien lo
entona. Como tal, la palabra Reiki por
sí sola es un símbolo de protección.
El Reiki es energía sanadora y no está relacionado con ninguna práctica
de ninguna religión[2]
ni filosofía.
Precisamente, Mikao Usui quiso liberar a sus alumnos de las limitaciones
de las religiones y enseñar una práctica espiritual cuyo eje de sanación sea
sólo el amor y la compasión hacia los demás.
El Reiki ayuda a abandonar el sentido de culpa, castigo o karma que
proviene de las religiones que han enseñado a suprimir los deseos y los han rotulado
como “malos” provocando ideas negativas que atormentan a las personas, que les
hace muchas veces decir “Soy la persona más triste del mundo por haber pecado” o
“Nadie está tan enfermo como yo. Por
algo malo que hice debe ser”.
La sanación a través de las manos[3] tiene la ventaja de ser completamente
segura. Sus principios los sustenta la
física cuántica[4]
y los respaldan cuatro mil años de tradición de prácticas curativas orientales.
Científicamente el Reiki ha sido
comprobado como medicina natural eficaz, entre otros, por el Instituto Nacional
de Salud de los EE.UU.
El Reiki no interfiere con ningún
tratamiento médico, no tiene ninguna
contraindicación ni efecto secundario y nunca causa ningún daño ni dependencia.
El Reiki es seguro en cualquier
situación, independientemente de la enfermedad o del malestar, pero no es un
sustituto médico.
En la actualidad la medicina ortodoxa y el Reiki trabajan
mancomunadamente a favor de la salud del enfermo, debido a que ya se conoce que
el cuerpo humano se mantiene en equilibrio por innumerables fuerzas energéticas
que permiten que billones de células compuestas de moléculas y átomos conformen
un conjunto cargado de energía, en el que se produce un constante recambio
energético, dentro del cuerpo y de éste con el mundo exterior, por lo que las
fuerzas de auto curación del cuerpo pueden ser activadas en cada célula,
ayudando a la efectividad de los fármacos o procedimientos médicos o
quirúrgicos utilizados. También se ha llegado a conocer que no existe ninguna
terapia médica o quirúrgica que no combine con el Reiki. Más bien éste puede ser la única terapia para
curar una enfermedad, porque el Reiki profundiza en los orígenes espirituales
que es donde comienza el desequilibrio de la psiquis y del cuerpo físico.
Por los efectos beneficiosos del Reiki, en algunos hospitales alrededor
del mundo el terapeuta Reiki es parte del equipo médico multidisciplinario de
salud. Este cambio de actitud del médico
moderno logra que el tratamiento convencional que él prescribe sea altamente
beneficioso para su paciente.
El terapeuta sólo se limita a canalizar la Energía Universal poniéndola
a disposición del paciente para que éste la use para lograr su bienestar. La cantidad de energía captada es determinada
por el propio paciente.
Jamás el terapeuta Reiki debe hacer un diagnóstico médico, pero sí es
necesario que conozca previamente los antecedentes patológicos[5]
del paciente y también conozca si su paciente está con tratamiento médico por
alguna enfermedad existente porque el Reiki puede mejorar los síntomas y el
médico deberá ajustar la dosis de los medicamentos que ha prescrito. Además, el terapeuta Reiki debe tener
conocimientos básicos de anatomía y fisiología humanas, con el fin de que si
capta con sus manos que su paciente padece una enfermedad no diagnosticada,
pueda sugerirle sin alarmarlo, que se ponga en contacto con un médico. Cabe destacar que esta capacidad[6]
de captar con las manos la enfermedad de algún órgano del paciente la poseen
sólo ciertas personas, pero esta cualidad no es imprescindible para que la
acción de la energía Reiki actúe.
El Reiki es un trabajo espiritual[7]
que va más allá de la ciencia médica, no es algo diferente ni especial, pero sí
es un sistema único de sanación, puesto que la espiritualidad facilita el
equilibrio que produce salud.
El Reiki es la única terapia de naturaleza espiritual que ayuda a las personas
a conectarse con su espíritu.
La salud procede de esa sensación de estar en conexión con una fuerza
superior, que colma y llena, haciéndole sentir nuevamente a la persona como
parte del Universo, porque por la pérdida de esa sensación de conexión con la
esencia espiritual universal y con las demás personas, los animales y la
naturaleza, se produce un trastorno energético que posteriormente se convierte
en un trastorno físico o emocional. Por
el estrés y por el ritmo de la vida actual muchas personas han perdido esa
conexión con la Energía Universal, resultándoles sentirse aisladas, enajenadas,
desconectadas, infelices e insatisfechas y más predispuestas a las
enfermedades. Pero cuando la persona entra en contacto e interactúa nuevamente
con la Energía Universal se produce una sensación de plenitud y de vuelta a sus
orígenes. Su energía espiritual crece,
se satisface, llena y fortalece.
La mayoría de las enfermedades físicas, mentales y emocionales son
causadas por impactos emocionales negativos no liberados al momento. Para
poderlo explicar, es necesario hacer una brevísima introducción a la medicina
holística.
Por la medicina holística se conoce que la energía entra en el cuerpo
por los alimentos, el aire y el sol. La
energía se distribuye por todo el cuerpo a través de los meridianos. Esta
energía nos permite, por un lado, llevar a cabo acciones físicas, emocionales y
mentales. Por otro, hace que las células puedan reproducirse correctamente. Si
la energía llega bien a todo el cuerpo, todo funciona, pero no siempre es así.
Cuando hay un impacto emocional (conflicto, disgusto, etc.), si no se libera al
momento (hablando, gritando o llorando), hay un estancamiento de la energía. Se obstruyen los meridianos y la energía
sufre un bloqueo[8].
Los bloqueos energéticos tienen una repercusión física y otra emocional.
A nivel físico, un bloqueo genera una presión sobre los órganos de alrededor y
absorbe su energía. Estos órganos se inflaman, se debilitan y, con el tiempo,
originan enfermedades. Por el contrario, las células que forman el bloqueo
ganan en tamaño y en fuerza hasta el punto de alterar su ADN, lo que puede
generar tumores.
Para evitar enfermedades cancerígenas, el cuerpo abre pequeñas fisuras
allí donde hay un bloqueo. A través de las fisuras, provoca fugas de energía
para no alimentar las células del bloqueo y para impedir que cojan fuerza.
Cuando hay fugas, quiere decir que hay partes del cuerpo que reciben
menos energía y se vuelven más débiles. En muchos casos, una parte débil es el
sistema nervioso. Un sistema nervioso debilitado hace que la persona viva los
impactos emocionales de manera amplificada (ansiedad, angustia, etc.), el doble
o el triple de lo que sería normal. De esta manera, el cuerpo físico transmite
el problema al cuerpo espiritual.
Los bloqueos energéticos importantes también pueden desencadenar un
holograma de la personalidad. La persona
se aleja de quien realmente es y esto conlleva problemas de miedos, inseguridad
y falta de autoestima. El individuo, al sentirse vulnerable, crea corazas y se
muestra diferente ante los demás como mecanismo de protección. Todo ello puede
provocar trastornos físicos y emocionales. Cuando se eliminan estos bloqueos
(causas), las enfermedades (efectos) desaparecen y la persona vuelve a mostrarse
auténtica y fiel a su personalidad real.
A pesar que la Energía Universal es ilimitada, la Energía Vital en el
interior de los seres vivos no lo es. Se
nace con abundancia de energía. En la juventud se pueden reponer las reservas
energéticas sin ningún problema, pero a medida que se envejece se consume la Energía
Vital y resulta más difícil reponerla con facilidad, siendo por esto necesario
que el terapeuta Reiki canalice Energía Universal a través de sus manos para
equilibrar la Energía Vital de su paciente.
El Reiki permite tener la Energía Vital en perfecto equilibrio con la
Energía Universal, logrando la comunicación activa y recibir de todo el
Universo su energía y lograr beneficios en los planos físico y emocional.
Con el Reiki se realiza una aportación pura de Energía Universal al
cuerpo físico y al cuerpo espiritual y este aumento energético produce un
efecto sanador y la expansión de la conciencia, ya que el cuerpo espiritual y
el cuerpo físico del paciente se equilibran entre sí. La energía comienza a circular libremente
entre ellos y refuerza la sensación de conexión con la divinidad, lo que ayuda
al permanente desarrollo de la vida.
El Reiki en definitiva es un sistema de curación que utiliza la Energía
Universal que se debe aplicar cuando el cuerpo envía señales de enfermedad, la
misma que en los sistemas chino o hindú, es vista como una obstrucción de la
Energía Vital en algún punto de los meridianos[9]
o nadis.
Un alma que está enferma se manifiesta con síntomas emocionales y
físicos. La enfermedad irrumpe tanto con
la ausencia o con la sobredosis de energía en un punto específico. En el primer caso el Reiki restituye la
energía y en el segundo caso la dispersa.
En la medicina occidental se cree que la enfermedad no cuenta con un
componente espiritual. Se piensa que
la enfermedad se origina en el cuerpo
físico o en el entorno y el tratamiento se centra en el cuerpo físico. Pero lo cierto es que el cuerpo y el espíritu
están conectados, de lo contrario no se lograría una curación completa. Platón[10]
decía: “No se debería intentar curar la parte sin tratar el todo. No se debería curar el cuerpo sin tener en
cuenta el alma (…). Éste es el error de nuestros días: que los médicos separan
el alma del cuerpo”. Pero ya existen
médicos que, por lo menos aceptan que una actitud mental positiva influye en el
resultado de un tratamiento.
El Reiki es poderoso pero no es milagroso. No siempre se logra la curación física, pero
si logra la sanación espiritual. El
paciente vuelve a conectarse con su alma y acepta su enfermedad o su muerte
inminente y logra obtener su tránsito al mundo espiritual con mucha paz.
[1] El término japonés Reiki consta de dos kanjis (signos de la
escritura china) Estos signos fueron introducidos desde China a través de Corea
hasta Japón. En el ideario shintoísta se relacionan a las aves como las
mensajeras de los dioses. Se dice que
las aves dejan sus huellas impresas en la arena de la playa y los hombres
copiaron estas huellas de pisadas y las consideran como noticias de los dioses.
Los kanjis pueden
representar o bien una idea, o un concepto, un objeto o un sonido (…) Existen
cinco mil kanjis japoneses, en comparación con los casi cincuenta mil chinos
(…)
El significado
primitivo de los signos escritos es un tema sobre el que han polemizado los
eruditos.
En tiempos de Usui Sensei el término Reiki significaba energía
espiritual (Energía Reiki sería una tautología: energía espiritual-energía) En
un contexto diferente podría significar también atmósfera, ánimo, energía
oculta o espectral. Para evitar esta confusión, en Japón el término en
ocasiones se ha escrito o se escribe romanizado pero también en katakana (escritura silábica)
[2] Es
importante señalar que si bien esta terapia/disciplina puede afianzar o dar más
fuerza a las propias creencias religiosas en caso de tenerlas, no va ligada a
ninguna religión ni dogma. Un estudiante de Reiki puede ser musulmán, budista,
protestante, cristiano o ateo. No es necesario creer en algún Ser Supremo para
que las técnicas que se aprenden en Reiki funcionen. Sin embargo se pueden
encontrar muchos maestros que, debido a sus creencias religiosas, unen esta
técnica de sanación con alguna de ellas.
[3] El Reiki puede ser aprendido en pocas horas, no se invierte
gran cantidad de dinero para aprenderlo ni para practicarlo no se necesita
algún equipamiento especial. Cualquier persona puede ser un canal de Reiki,
independientemente de la edad, sexo, ideología, creencia o de su definición de
Dios o de quien represente su Ser Supremo, pues el Reiki no es una secta ni
parte de una religión y, más bien se correlaciona con todas ellas. Todo el que quiere aprender Reiki sólo
requiere tener el deseo de hacerlo y encontrar un Maestro las inicie mediante una ceremonia sencilla que
abre y conecta al chakra Corona con la Energía Universal.
[4] La Física Cuántica es la ciencia que estudia los fenómenos desde el punto
de vista de la totalidad de las
posibilidades. Contempla aquello que no
se ve y explica los fenómenos desde lo no visible, lo no medible, como por
ejemplo la no localidad y el indeterminismo de las partículas.
En ese campo de lo no medible
estamos nosotros los seres humanos. El
átomo es una realidad científica, que dio paso a la Teoría de la Relatividad y
luego a la Física Cuántica.
Los espacios entre las
partículas de los átomos se los considera "vacío". Es decir, la materia de la que se componen los átomos
es casi inexistente porque dentro de los átomos y las moléculas las partículas
que lo componen ocupan un lugar insignificante. El resto es vacío, "el
valioso vacío del átomo".
Entonces si la materia está
formada por átomos y en éstos la porción particular es menor que la porción de
vacío... ¿por qué no atravesamos la materia?
El vacío es un concepto, una
idea. El vacío en sí no existe. La materia no es estática, tampoco es
predecible. El átomo no es una realidad
terminada y permanente; es mucho más maleable de lo que el ser humano cree. El
átomo no es una cosa. En lugar de pensar
en los átomos como cosas los tenemos que pensar como posibilidades. "El vacío" es meramente conceptual y
representa todas las posibilidades.
Los seres humanos somos parte
de esa cuántica. De esos mismos átomos con sus posibilidades. Pertenecemos al Universo. Estamos hechos de polvo de estrellas.
La materia no es estática. La realidad es un número "n" de ondas. El Universo está todo ocupado por millones de
energías. La Energía es una vibración que se sucede en el espacio y en el
tiempo. Todos somos energía y estamos
conectados. Cada uno somos parte del otro. La energía es movimiento. La vida es un continuo reciclar de la materia
y la energía. (El autor de este concepto es Roberto Ávila
Link
http://www.mantra.com.ar/contmanifestacionesenergeticas/queeslafisicacuantica.html
[5] El terapeuta Reiki
utilizará una hoja donde registrará el nombre, apellidos, edad, sexo, números
de teléfonos, correo electrónico y los antecedentes patológicos personales del
paciente, la enfermedad actual y los medicamentos que utiliza con y sin receta
médica. En el apartado Evolución deberá
registrar la mejoría de los síntomas del paciente, el día y la hora de atención
en el que éste acuda, anotará en la columna correspondiente. El modelo de la Historia Clínica Reiki y la
ficha nemotécnica se encuentran en la sección Anexos. En la ficha nemotécnica se encuentran
registrados los síntomas de los trastornos psíquicos y físicos más comunes del
bloqueo o cerramiento de cada uno de los chakras, pudiendo determinar con más
precisión cuales son los más afectados y cuáles deben ser tratados.
[6] Siddhi es un término sánscrito que significa
perfección, logro o éxito (refiriéndose a la percepción).
[7] Mikao Usui hace esta afirmación en una entrevista entre 1922 y 1926
[8] Griselda Vidiella, directora del Centre FAC. Es naturópata y psicóloga
evolutiva
Link
http://www.albertrossell.com/es/la-mayoria-de-enfermedades-fisicas-y-emocionales-se-originan-por-bloqueos-energeticos/
[9] Los meridianos o
nadis son canales energéticos invisibles que circulan por todo el cuerpo
espiritual, pero que vibran a una velocidad superior a la materia, la misma que
permite producir un efecto sobre el cuerpo físico que vibra a una velocidad
inferior. La Medicina Tradicional China
considera que existen 35 meridianos que conducen el ki por todo el cuerpo y los
divide en 12 meridianos principales, 8 meridianos adicionales y 15 canales o
vasos colaterales.
Cada uno de los
meridianos principales se relaciona con un órgano específico del cuerpo, aunque
no están conectados con el órgano en sí, sino con su función. También cada meridiano está vinculado a los
aspectos físico y emocional de la persona, y a los elementos (fuego, tierra,
metal, agua y madera).
[10] Filósofo griego 427-347 a.C