El Reiki es la unión de la
Energía Universal con la Energía Vital de cada ser vivo.
Rei es la Energía Universal que se encuentra en todo el Universo y
que penetra en todos los seres vivos y las cosas materiales.
Ki es la Energía Vital es distinta e independiente del alma, pero
que sí la revitaliza.
El alma del ser humano se nutre de esta energía cuando la necesita y el Reiki es la mejor opción para conseguirlo.
El Universo es energía, y a
partir de ella surge toda la Creación. Si todo en el Universo comparte un
único origen, quiere decir que todas las cosas animadas e inanimadas, se
encuentran conectadas entre sí, e interactúan y se influyen mutuamente, como si
todo fuese un mar de energía gigantesco.
El Reiki es la Energía
Universal que el terapeuta transmite con sus manos a su Energía Vital propia o
a la de otros seres vivos.
Pero para mayor entendimiento
se lo asume como método de sanación.
La palabra Reiki proviene de
un antiguo mantra sintoísta que sirve para proteger a quien lo entona. Como tal la palabra Reiki es un
símbolo de protección.
El Reiki es energía sanadora y
no está relacionado con ninguna práctica de ninguna religión ni filosofía,
aunque sí es un camino espiritual. La espiritualidad no es sinónimo de religión.
El Reiki no es una técnica
para canalizar entidades espirituales, aunque la presencia de éstas, sí puede
ser percibida por el terapeuta que tenga desarrollados sus poderes psíquicos o
siddhis, aunque también el paciente muchas veces las percibe.
Su presencia es con el fin de procurar que las energías revitalizadoras
circulen libremente desde el plano espiritual al plano físico.
Precisamente, Mikao Usui quiso
liberar a los terapeutas de las limitaciones de las religiones y enseñar una
práctica espiritual que no incorporase ninguna creencia en un Ser Supremo y que
sólo el amor y la compasión sean el eje de la curación.
El Reiki ayuda a abandonar el
sentido de culpa, castigo o karma que proviene de las religiones que han
enseñado a suprimir los deseos y los han rotulado como “malos” provocando que
existan afirmaciones negativas que atormentan a las personas, tales como decir
“Soy la persona más triste del mundo” o “Nadie está tan enfermo como yo”.
La sanación a través de las
manos tiene la ventaja de ser completamente segura. Sus principios se
sustentan en prácticas curativas orientales y están respaldados por cuatro mil
años de tradición y se sustentan en la física cuántica. Se conoce que el
cuerpo humano se mantiene en equilibrio por innumerables fuerzas
energéticas. Billones de células compuestas de moléculas y átomos
conforman un conjunto cargado de energía, en el que se produce un constante
recambio energético, dentro del cuerpo y de éste con el mundo exterior, por lo
que las fuerzas de auto curación del cuerpo pueden ser activadas en cada célula.
Científicamente el
Reiki ha sido comprobado como medicina natural eficaz, entre otros, por el
Instituto Nacional de Salud de los EE.UU.
El Reiki no interfiere con
ningún tratamiento médico, no tiene ninguna contraindicación ni efecto
secundario y nunca causa ningún daño. La curación por energías no crea
dependencia.
El Reiki es seguro en
cualquier situación, independientemente de la enfermedad o del malestar, pero
no es un sustituto médico.
En la actualidad los métodos
de curación ortodoxos y el Reiki ya trabajan mancomunadamente a favor de
la salud del enfermo.
Por los efectos beneficiosos
del Reiki, el terapeuta Reiki en algunos hospitales alrededor del mundo ya
es parte del equipo médico multidisciplinario. Este cambio de actitud del
médico moderno logra que el tratamiento convencional que él prescribe sea altamente
beneficioso para el paciente. Además se ha llegado a conocer que no existe
ninguna terapia médica o quirúrgica que no combine con el Reiki. Más bien
éste puede ser la única manera de curar una enfermedad.
El terapeuta que se rige por
un Código de Ética sólo se limita a canalizar la Energía Universal
poniéndola a disposición del paciente para que éste la use para lograr su
bienestar. La cantidad de energía captada es determinada por el propio
paciente.
Jamás el terapeuta de Reiki
deberá hacer un diagnóstico médico, aunque sí es importante que conozca
los antecedentes patológicos del paciente. Asimismo, es
importante que el terapeuta conozca si su paciente está bajo tratamiento médico
de alguna enfermedad, pues resulta conveniente si existe alguna enfermedad
crónica, el Reiki puede mejorar los síntomas y el médico deberá ajustar la
dosis de los medicamentos prescritos. Además debe tener conocimientos
básicos de anatomía y fisiología humanas, con el fin de que si capta con sus
manos que su paciente padece una enfermedad no diagnosticada, pueda sugerirle
que se ponga en contacto con un médico, pero sin alarmarlo.